Tratados que hastían mi calma,
lamentos que atan el rencor de mi venerada esquina pensativa.
Miro el olvido que me sonríe y ensucia el pilar de mi enésima calma
y planteo el inicio que aun ni empieza.
Disparo mi fatiga y la ubico sin que me vea exclamando un antihéroe vagabundo.
Oscilar entre el querer y el no tener quiero y anhelar a mirar lo que se puede inventar.
Versos como estos son los que salen cuando estás cerrando cosas, vaciando la cabeza y pensando en que algo nuevo puede hacernos sonreir. Cada uno sabe con qué seguir, con qué acabar y con qué reiniciar. Espero que este nuevo reinicio sea un inicio de un verdadero año nuevo. Salud!