joaquin

Jugabas con tus palabras y con la luna que te miraba. Creabas tus historias. Te creaste a ti. Hiciste del Faxx el héroe oscuro que actuaba a color.
Profesabas la malicia inherente aunque siempre vencía tu esencia maravillosamente tierna. Sabías cómo embrujarnos, sabías qué contar. Te dibujaste a ti mismo calcando tu alma lúdica. Sabías cómo pintar en nuestros rostros, sabías qué pincel usar.
Tu propia espada de cómic supo afilar la fantasía de tu mente. Compartías tu imaginación. Compartías hazañas de misiones traviesas. Algunas veces compartías tus sueños. Lo que no compartiste fue tu don. El don de ser diferente y único. Ese don que encendió tu motor impulsivo y te transportó a terrenos desconocidos para continuar con tu misión de superhéroe y hacer de ella la aventura más linda, tierna, generosa y por supuesto colorida.

Mi amigo joaquin se fue, no pude decirle chau, pero no sé cómo hace para entrar en mis sueños. Nunca dice nada. Sólo juega, me mira o se rie. Como siempre. Ni siquiera me dijo algo cuando soñé que se despedía y sólo me dejó un fuerte abrazo. Descanza en paz Joaquin.

kit del olvido

Descubrí que la poesía me gusta, pero ahora sobre todo la visual, hice de las mias, concebí y materialice un producto inexistente y obviamente imposible de exitir: el kit del olvido.

Este proyecto/producto se inspira en detonantes inherentes a sentimientos que mezclan lo pasado con el querer olvidar.
Este olvido ha sobrepasado el terreno de las emociones para ubicarse en el cotidiano plano del consumo pues se hace uso de características propias de un producto en cuanto a presentación y denominación. Sin embargo, el sustento gira en torno a una profundidad de sentimientos latentes camino a su extinción, o al menos acercarse a esta modalidad a fin de proseguir en la vida dejando atrás, en el olvido supuesto, los restos que evitan que muchas veces caminemos con la cabeza erguida y las motivaciones precisas.

No garantizo la efectividad del kit, solo el intento de fantasear y dejar atrás lo que haya que dejar.

Devuélveme febrero

devuélveme el mar,
devuélvemelo y más.

es verdad, es la desazón
que rueda en ascuas por el viejo manjar.
ándate de mí mas no te lleves mi valija.
ponle tu sello mas no seas el dueño.
léeme un cuento extra
y emprende la fuga.
calla que me enojas,
calla que atormentas mi mente con filtros vanos.

devuélveme febrero,

devuélvemelo entero,
aunque sea sin sus días,
mas las noches sí las quiero.
aunque sea sin su brisa,
mas la luna me la llevo.

Estar lejos, a media luz y de madrugada inspira, o aspira, y más aun si la mente quiere brotar momentos interiores combinados con una cierta sazón de imaginarios individuales. Aqui unos versos inéditos de un proyecto personal que por ahora se titula devuélveme febrero.