agosto 23, 2007

de maravilla a pesadilla


La mente sabe lo que piensa, lo sabe porque le dicen qué pensar, su saber se concentra y cuando no necesita conocer más sólo se conecta con lo que basta saber.
Hasta hace unas semanas la mente mundial, me refiero a la visión colectiva foránea, enfocaba la imagen de una majestuosa y colosal construcción a base de piedras y áreas verdes denominada históricamente como Machu Picchu cada vez que la p, la e, la r y la u se juntaban. Pueda que esas mentes también recurran a otras vistas que alguna vez vivieron o conocieron, pero si hay que generalizar no cabe duda que la colosal ciudadela cuzqueña es asociada al país andino o país inca, tal como lo denomina la televisión argentina y algunas veces CNN.
Y fue gracias a esa maravilla patrimonial que el país inca dio lo suyo y se ubicó junto a otras seis maravillas del mundo. Esta imagen maravillosa continúa pero la mente mundial ahora la recuerda difusa y quizás en un segundo o tercer plano mental.
Hagamos el ejercicio y unamos una vez más las cuatro letras, esta vez las mentes foráneas se encienden, sin embargo lo hacen para ver como un país se ha apagado, los destellos están llenos de polvo, piedra y un apocalipsis donde vive lo inerte. La mente cierra los ojos y al abrirlos se encuentra con una pesadilla, la pesadilla de Pisco, donde no despertar sería la opción ideal para seguir viviendo. Imágenes indescriptibles de gran nivel de dolor, ausencias, carencias, dolencias, la pesadilla que una tarde nadie soñó, un terremoto que se burló del estatismo y aparente solidez de los muros, de las casas, de los espacios, colegios, hospitales, de la gente, de la iglesia que no dejo que los fieles oren por sus vidas, cubriéndolos y llevándolos en un inexplicable más allá.
Pisco es la pesadilla que no deja dormir, es la imagen y hecho noticioso de gran valor mediático y sobresaliente de fácil involucramiento en los contenidos de la televisión argentina. ¿Cuál es la distancia entre lo real, lo que hay que informar y lo que hay que revelar con sensacionalismo? Pueda que la audiencia lo justifique y casualmente Argentina, en particular buenos aires, está habitada por nosotros, los peruanos. Los hay de todo tipo, pero los de mayor concentración son personas humildes y dedicados a labores domesticas y de oficio menores, sin olvidar algunos inconvenientes urbanos liderados eventualmente por peruanos. Pueda que sea todo lo por la audiencia, pueda que lo aceptemos entonces.

El epicentro de mayor efecto en Pisco convirtió a Perú en un país devastado, tal como figuraba en las sobreimpresiones de un reportaje a cargo de un periodista argentino en el mismo lugares de los hechos y deshechos. Hubiera preferido, como receptora peruana, la especificidad del caso y no aceptar a generalizar a mi país natal como un lugar donde la vida transcurre entre escombros. Me intriga de sobremanera la generalización y la imágenes transmitidas. No sólo los noticieros tuvieron la primicia y las reiteradas notas sobre los días posteriores del sismo, los programas matutinos de ligeros contenidos también se dotaron y nutrieron a la audiencia de vivencias exclusivas durante y después que la tierra hacia de las suyas.
Yo no estuve, no lo viví, no lo sentí ni me asuste pero me debilité en el alma cuando me toco enterarme y registraba cuanta imagen, video y audio se acumulaban. Lo que se acumula, queda y no borra son frases de un reportero que cerraba la nota en el estudio del noticiero contando que él viajó a Perú hace años de mochilero y en ese entonces le quedó un olor a aromas de especies y ahora el olor que tiene de Perú es un olor a muerte y desastre, esto lo parafraseo pues literalmente no recuerdo el orden y cómo lo dijo, pero el mensaje final fue ese. Los noticieros nos generalizaron, Pisco no es Perú, es una pieza de ese gran Perú que se desintegró con efectos totalmente dolorosos, una pieza que deberá reconstruirse evitando sensacionalismos y dejando de convertirse en espectáculo mediático y sensacionalista con aparentes apéndices de hundimiento social por parte de cadenas que lamentablemente sus producciones y presupuestos son mejores que las peruanas, pero donde la calidad del contenido es totalmente discutible y por debajo de lo ideal.
Duele, pero hay que seguir viviendo para desempolvar la maravilla y todo lo que ese Perú que no está devastado puede llegar a ser.

Buenos Aires, 23.08.2007.

2 comentarios:

Kinua dijo...

Vaya parece que en Argentina no pasaron la tremenda solidaridad de nacionales y extranjeros.
Aquí una muestra de como la ayuda se acumula y sigue acumulando en algunos canales (bueno actualmente solo he visto en el 7 que se sigue acumulando)
Ayuda para damnificados

Más allá de que se distribuyó apropiadamente o no, la ayuda de los ciudadanos continua.

Al lado del desastre, la solidaridad.

Hoy hubo otro temblor tempranito, aquí en Lima. Cada remezón nos recuerda la tragedia. Y Pisco sigue temblando.

Anónimo dijo...

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Esta nota de caretas, grafica también el proceso de recuperación