Indiscutiblemente me quedó claro que la lejanía, que no es lo mismo que alejarse, alimenta vigorosamente la cercanía. Puedo hacer un listado de quienes nunca perdí contacto y mantuve constante comunicación mientras hacia uso de otros husos horarios. El intercambio de saludos, vibras de victoria y apagones de tristezas ocupaban buena parte de mi sala de estar virtual.
Hoy he vuelto a coincidir, a retomar y mover mis agujas y las del reloj al mismo ritmo de quienes alimentaban mis ganas de volver. Hoy he vuelto a revisar esos saludos, pero al parecer aparentemente son más efectivos y en consecuencia más útiles cuando los actantes no comparten la misma extensión territorial. Es curioso pero estar cerca, sí que aleja. Por eso, elegiré lo contrario.
Hoy he vuelto a coincidir, a retomar y mover mis agujas y las del reloj al mismo ritmo de quienes alimentaban mis ganas de volver. Hoy he vuelto a revisar esos saludos, pero al parecer aparentemente son más efectivos y en consecuencia más útiles cuando los actantes no comparten la misma extensión territorial. Es curioso pero estar cerca, sí que aleja. Por eso, elegiré lo contrario.
2 comentarios:
me gustó lo que escribiste, cercanía, lejanía, oceanía
alejarse es acercarse a las novedades de la vida
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